sábado, 10 de octubre de 2009

Capítulo 1

Concurso de Paellas

Era tradición en Vaquencia celebrar la Navidad con un concurso de paellas. Todos los vecinos se reunían en la plaza del pueblo, preparaban sus mejores paellas y un jurado compuesto por cuatro muertos de hambre decidía cuál era la mejor paella. El premio: un aplauso, la envidia de todo el pueblo y un racimo de uvas gratis para Noche Vieja.

El jurado ya había degustado la treintena de paellas presentadas y sus platos estaban vacíos. El portavoz estaba a punto de dar el veredicto, el hombre se levantó, con la barriga asomando por entre las ropas y provocando el suspiro de más de una moza del pueblo.

- ¡Ya tenemos ganador! el jurado ha decidido que la mejor paella es... de nuevo... la de ¡¡JERGA JAPELPAF!

-¡Se dice Helga Hufflepuff, so memo!

Un murmuro generalizado recorrió la plaza mientras una mujer, madurita a la par que interesante, de cabellos rojos, ojos saltones y unos kilitos de más se dirigía a recoger su racimo de uvas.

-¡No es normal que siempre gane ella! ¡¡¡ES UNA BRUJA!!!

-¡Si! ¡A LA HOGUERA CON ELLA!

La mujer no entendía lo que sucedía a su alrededor, la estaban acorralando.

- ¿Se me ha olvidado acaso quitarme los rulos? ¡Pero si voy bien vestida de muggle! ¡Oh señor, Otra vez no!

Helga salió corriendo, derribando a varios aldeanos a su paso, corría cuanto podía por las calles del pueblo, pero era muy lenta.

- ¿Por qué seré tan paticorta? ¡¡Por quéee!!

Por fin llegó a su casa, la primera vivienda detrás de la plaza. Atrancó la puerta con una silla y después de dar varios saltitos nerviosos por fin supo cómo reaccionar.

- Tranquila Helga -se serenaba- ya lo has hecho un montón de veces, veamos, recordemos el protocolo de fugas. ¡¡BOLO!! nos han pillado, ¡te dije que no era buena idea ponerle guisantes a la paella! Siempre me pasa lo mismo, si es que no aprendo, ¡no aprendo! ¿Quién me mandaría poner los guisantes? Bolo, espérame en la cocina, voy a por mi varita, no tardo chiquitín.

Un tejón obeso caminaba arrastrándose con sus cuatro patas hacia la cocida, con la lengua fuera.

- ¡Bolo! ¿Qué he dicho sobre ir babeando por ahí? Luego soy yo la que tiene que fregar agachada... oinch, qué dolor de espaldas tengo.

La mujer subió al piso de arriba, podía oír perfectamente como en la calle se había juntado toda la vecindad y estaban encendiendo antorchas y gritando, intentando derribar la puerta.

- Hay que ver lo falsos que son, con la de comidas que les he preparado cuando tenían la visita de sus suegros... ¡¡DESAGRADECIDOS!!

Llegó a su dormitorio y apartó un cuadro de la pared, detrás había una caja fuerte con un candado. Helga sacó un manojo de llaves de su bolsillo y comenzó a buscar y probar cada una de ellas en el candado.

- Cagüen, a buenas horas me dio por coleccionar llaves...

Finalmente abrió el candado, pudiendo acceder al contenido de la caja fuerte, su más valiosa posesión: su libro de recetas.

Lo abrazó muy fuerte, con mucho cariño, y después fue a su mesita de noche a coger su varita. Corriendo como podía y tropezando con todos los taburetes que había por la casa, consiguió llegar a las escaleras y alcanzar el primer piso.

- ¿Por qué me hice coleccionista de taburetes?

Afortunadamente la puerta resistía a los golpes.

- ¿Quién es?

- Los vecinos, venimos a llevarte a la hoguera, ¡bruja!

-¡Ah! Ya recuerdo, qué cabeza la mía... gracias Nacho, saluda a tu tía abuela de mi parte.

Helga corrió a la cocina, allí estaba Bolo, su tejón, exhausto por el esfuerzo de cambiarse de habitación. La mujer madurita a la par que interesante recogió el cuenco de oro de donde comía su mascota y una escoba de esparto.

- Ale, estoy lista, ¡vámonos Bolo!

Hufflepuff elevó su varita e hizo un movimiento circular. Inmediatamente desapareció.

Enseguida volvió a aparecerse en el mismo sitio. Dejó a bolo y se dirigió a la puerta.

- Una cosa antes de irme, ¿puedo enviar a alguien a recoger las uvas o tengo que presentarme en persona?

Pero la puerta cedió. Helga, asustada, cayó al suelo y se arrastró como pudo hacia la cocina, allí sujetó una pata de su tejón obeso y se desapareció ante la mirada de todo el pueblo.

- ¡Caramba! No era una bruja, ¡era un fantasma!

* * *

Una mujer pelirroja, de ojos saltones y con un libro de recetas había aparecido en medio de un bosque. Se puso en pie y se aseguró de que todo estaba en orden.

- No hay muggles en la costa, Bolo. Tenemos que decidir un nuevo destino, últimamente está muy de moda quemar a las brujas, y ya sabes que a mí los guisantes me pirran... ¡Eso es, Bolo! en Escocia la crema de guisantes es lo más muggle del mundo, allí pasaremos desapercibidos... creo que iremos primero a visitar a mi primo Hengist, lo último que sé de él es que fundó un pueblecito exclusivamente de magos. Ya sabes, Bolo, que yo estoy en contra de ese racismo a los muggles, con lo remajos que son... eso sí, no les des guisantes. ¡Decidido, Bolo! nos vamos a Hogsmeade. Prepárate porque va a ser un largo camino. Anda, súbete a la escoba, que no me gusta retrasarme... ¡¡Anda!! ¡Moras silvestres!

Y ahí, mientras se entretenía llenando sus bolsillos con moras cuyas manchas jamás saldrían, comenzó la historia que incluso mil años después se recordaría.

8 comentarios:

Silvanha dijo...

it's so good! XDDDD

Ahora quiero un boloooo!!!!!

guisantes!.. los guisantes son feos jajajajaja

saludetes!

PD: Si te tardas en publicar el capitulo 2, te pego xDDDD

Anónimo dijo...

Me ha encantado :P quiero leer mas ^^

Quenemary dijo...

Hola como me rei, quiero leer mas,

Quenemary

Anónimo dijo...

ZANCAAAAAAAAAA!!!
yo quiero un bolo!!!...
esta muy graciosa la publicacion pero se me hace q helga hufflepuff era de gran bretaña y segun creo ellos no preparan paella jajajaja

gracias por este ratito de esparcimiento.. y aprovecho para decirte:
¡te extraño montones en hogwarts!

besos grandes:
ginny0501

Unknown dijo...

Jejeje, gracias por los comentarios ^^

En una semana estará el segundo, intentaremos hacer uno o dos por semana :) y todos cortitos.

¡Nooo! hay una explicación lógica para lo de las paellas XD se verá en el próximo capítulo, jejeje.

Veo que Bolo ha tenido éxito XD lo explotaremos más, muajaja!!!

Saludos!!!

Marta dijo...

Yo también quiero un Bolo, mi perro ha dejado de divertirme (?). Esperando con impaciencia la explicación a lo de las paellas: no quiero meter prisa, peeero... xD

Anónimo dijo...

Por fin otra historia de mis escritores favoritos!!! :D Si que voy a tener con que entretenerme en este verano! ^^

La idea parece muy interesante y divertida! Me intriga mucho lo que está escrito en los otros capítulos!!

Se cuidan mucho! Besitos ^^

Anónimo dijo...

Me olvide de poner que era sofidepotter xD