lunes, 9 de noviembre de 2009

Capítulo 6

La resaca de Rowena

Rowena salió corriendo de Las Tres Escobas seguida por su cuervo. Iba muy alegre por las calles de Hogsmeade cuando algo le llamó la atención. A las orillas del bosque un cerdo rosa con muchas berrugas le llamaba insistentemente.

- Roweeena, síiiigueme, ven conmiiiiigo Roweeeena...

- Ya voy, ya voy, pero no te menees, cerdito.

La bruja se adentró en el bosque siguiendo a ese cerdo rosa, tropezó infinidad de veces, confundió árboles con personas... hasta que llegó a la cima de un acantilado desde donde se veía un gran lago con la luna reflejada.

- Alaaaa, qué espejo más grande hip. ¿Cerdito? ¿Dónde estás cerdito?

El cerdo se sentó a su lado y la miró con ojos inteligentes.

- Estoy aquí Rowena, y ahora que estamos juntos por fin podremos besarnos.

- ¡Pero no te conozco! hip, podrías ser... incluso un cerdo berrugoso.

- Soy un cerdo berrugoso, y me llamo Hogwarts.

- Entonces no hay problema hip, te daré un beso para que te transformes en mi príncipe azul... muuuuuac.

***

Godric, Salazar y Helga se reunieron en la plaza del pueblo, como habían acordado la noche anterior.

- A ver majos, no he dormido porque me he pasado la noche fregando platos, so ratas. ¿Dónde está la Rowe? está tardando.

Vieron a un vecino de Hogsmeade recogiendo algunos cerdos que se le habían escapado la noche anterior. Helga quiso ayudarle, pero Salazar se le adelantó.

- Assí no, assí no. Con mimo, con cuidado... assí... cerda buena, cerda buena...

- ¡Gracias buen hombre! ayer alguien abrió la verja de mis cerdos y se me han desparramado por la zona. Como pille al culpable...

- ¿Por qué será que sospecho que viste de azul? -dijo Helga, con los ojos achinados por la sospecha.

- ¡Mirad! -Godric señalaba el cielo, allí estaba el cuervo de Rowena dando vueltas en círculo- Puede que tenga problemas, ¡vayamos a ayudarla!

Godric salió corriendo hacia el bosque. Helga cogió a Bolo en brazos y fue tras él, pero antes se detuvo para ayudar a Salazar.

- Venga, ya jugará con los animalejos después, ahora vamos a recuperar el cadáver de la chica, y por Merlín, no me haga movimientos bruscos, vaya a ser que tengamos una desgracia, que con su edad nunca se sabe...

- ¡Que no ssoy viejo! -respondió mientras hacía gestos a la cerda para que le mandara una lechuza.

El primero en llegar a la cima del acantilado fue Godric, allí encontró el cuerpo de Rowena tirado sobre las rocas. El mago se temió lo peor, se acercó despacio, con su viejo sombrero en una mano y le tomó el pulso.

En ese momento aparecieron Helga con Bolo a cuestas y llevando a Salazar de la manita.

-¡Está viva! ¡Tiene pulso! -gritó Godric, dando algunos golpecitos en la cara a Rowena para que despertara.

- ¿Estás seguro? ¿No serán gases? -señaló Helga, pero cuando vio que Rowena comenzaba a abrir los ojos perdió toda esperanza- Cagüen...

Todos se acercaron a Rowena, que estaba despeinada, con la babilla cayéndole por la barbilla y el vestido azul destrozado.

- ¿Qué te ha pasado?

- Yo... que... ¿qué? -de pronto Rowena abrió mucho los ojos y se quedó un momento pensativa, tenía una resaca increíble y apenas recordaba lo que había sucedido- ¡Oh! No os preocupéis amigos míos, me suele pasar. Es que soy vidente y puedo ver el futuro... sí, eso. Y he tenido una visión... sí... es aquí, ¡aquí es donde tenemos que construir el castillo! ¡¡¡Y lo llamaremos Hogwarts!!!

- Sí, claro -protestó Helga-. Tú lo que estabas era borracha... visiones dice la tía, si todos te vimos andando en zig zag al salir de la cena.

- ¡Que sí! ¡Un cerdo berrugoso me lo dijo!

Inmediatamente Salazar se emocionó y comenzó a interrogar a Rowena sobre el cerdo.

- ¿Cómo era ese cerdo? ¿De los que tienen la piel tersa con esos pelitos que les salen a veces o de los arrugados? No me digas que de los arrugados porque pierdo la cabeza.

- Pues no sé, era rosita, de piel lisa...

- ¿Qué edad tenía? ¿Cómo eran sus morritos? ¿Morreaba bien? ¿Olía a cerdo? ¿Pero a cerdo cerdo o cerdo de monte? -Salazar tenía ya la cara casi desencajada de lo nervioso que estaba al hablar del tema.

- Salazar, tranquilícese, que le va a dar un yuyu o algo, ¡mírale! si está acelerado. ¿Se ha tomado las pastillas esta mañana? Ains... la demencia senil qué mala es...

Salazar consiguió calmarse. Mientras, Godric parecía estar meditando sobre el tema.

- Yo la creo -dijo.

- Pues yo no -aseguró Helga.

Todos miraron a Salazar, en él recaía la decisión de utilizar ese lugar para llevar a cabo sus planes.

- Yo... -el mago miró a Helga, que le sostenía aún una mano para que no se hiciera daño, con esa sonrisa tan gentil...- ¡Yo también la creo! ¡Aquí se queda Hogwarts pues! AAAUUUU -Salazar se sujetó la mano que Helga le acababa de aplastar con sus poderosos dedos de mal genio.

- Si comenzamos a hacerle caso a esta mujer mal empezamos... ¿Por qué no nos vamos un poco más abajo? que aunque esté un poco rellenita me costará bajar al lago para darme un baño, y ni hablemos del pobre Salazar, que con su edad bajar al lago a refrescarse un poco debe de ser como jugarse la vida... un poco de caridad humana por favor... además esto está perdido de la civilización.

- ¡Que no soy viejo!

Rowena se puso en pie e intentó adecentarse. Después inclinó la barbilla con aires de superioridad y dijo:

- Mi octavo sentido me dice que esté es el lugar más propicio para la magia, y como yo soy la lista y somos tres contra una, aquí se queda el castillo.

- ¿Octavo sentido? ¿Cuáles son los otros?

- Erm... pues... ¿y vosotros os hacéis llamar magos? ¡vergüenza me dais! menos mal que las pobres criaturitas que estudien aquí me tendrán a mí para explicarles todo, sino... -dijo, ofendida, mientras se dirigía de nuevo a Hogsmeade - me voy a Las Tres Escobas, que tengo una resaca que me está matando...

1 comentarios:

kali dijo...

xD
Y luego a la que se le va la olla es a mí!
Me gusta, me gusta :P